martes, 6 de enero de 2009

SIEMPRE PREFERIMOS EL PLATO QUE LE SIRVEN AL DE AL LADO


Es curioso, pero ésta es una máxima que siempre o casi siempre se cumple: no sé en realidad por qué, quizás sea porque si no dudásemos, no avanzaríamos, pero la realidad es que prácticamente siempre, y curiosamente, después de haber pedido un plato en un restaurante acabamos prefiriendo el que le han servido al comensal de al lado, a tal punto que algunos, incluso, llegan a pedir que se lo cambien por aquél..

No pretendo ser especialmente extenso en esta entrada, pues ya está dicho lo principal al respecto, pero, ¿cuál pensáis vosotros que puede ser el motivo último, en realidad, de que casi siempre se acabe pensando que habría sido mejor pedir el plato del vecino que el que ha pedido uno mismo..? ¿el egoísmo humano..? ¿la propia inseguridad..? ¿el pensar que los demás saben pedir mejor que nosotros..? ¿el gusto por lo “ajeno”..?

Lo único cierto y claro aquí es que, por algún motivo desconocido, siempre acabamos sintiéndonos más atraídos por el plato del vecino que por el nuestro.. Eso sí, al menos, mientras sólo se trate del plato, el hecho no es grave y tiene fácil solución (cambiarlo o pedir el otro la próxima vez que se acuda a dicho restaurante), el problema viene cuando “es otra cosa del vecino” la que te gusta más que “la tuya”.. 

Bloggero Invitado: Ignacio.

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